Derrota y flor de papel encarnado - relato vertical
Esa derrota
Que se sospechaba desde la mañana misma
En la que el sol trató de animar al contendiente
Con sus rayos
Escogidos
Que se sospechaba desde la mañana misma
En la que el sol trató de animar al contendiente
Con sus rayos
Escogidos
–no sin esfuerzo-
de entre los mejores.
La derrota del corazón
Cayó en la monotonía del compás
Sin atreverse siquiera a contar los golpes
Que le habían sido concedidos
Y aún así
El corazón del hombre derrotado
Incomprensiblemente y neciamente
Encontraba en las puerilidades
No ya sentido
Sino ocasión falaz de olvido
Era la voluntad de la cosa
Ser y devenir a la vez
Y era
Al parecer
Una distracción ante lo insoportable
Pero inventó la sonrisa
Y se olvidó de ser desdichado
En los momentos secretos de las estaciones
O en compañía de horas que bautizó dichosas
Porque no estaba solo
O lograba a veces parecer que no estaba solo
Por un momento siquiera
Parecer que no
Antes del final que preside toda esperanza
Pero eso sigue siendo razón para una pizca de misterio
Que entretiene la aburrida partida de certezas atroces
Mientras llegamos
Mientras llega
Mientras.
La derrota del corazón
Cayó en la monotonía del compás
Sin atreverse siquiera a contar los golpes
Que le habían sido concedidos
Y aún así
El corazón del hombre derrotado
Incomprensiblemente y neciamente
Encontraba en las puerilidades
No ya sentido
Sino ocasión falaz de olvido
Era la voluntad de la cosa
Ser y devenir a la vez
Y era
Al parecer
Una distracción ante lo insoportable
Pero inventó la sonrisa
Y se olvidó de ser desdichado
En los momentos secretos de las estaciones
O en compañía de horas que bautizó dichosas
Porque no estaba solo
O lograba a veces parecer que no estaba solo
Por un momento siquiera
Parecer que no
Antes del final que preside toda esperanza
Pero eso sigue siendo razón para una pizca de misterio
Que entretiene la aburrida partida de certezas atroces
Mientras llegamos
Mientras llega
Mientras.