círculo

Entre la comisura de la brisa se cuela el tiempo. Matar el tiempo es una de las más desdichadas ocurrencias de los que inventan lugares comunes. El tiempo mata sin aspavientos. Se huye de la idea del tiempo refugiándose en los pasatiempos. Hay pasatiempos para todos los niveles de renta. La venganza más democrática es la muerte. La muerte es una escatología entre tanto folclore. El folclore es la apariencia común de lo cotidiano. Pero lo cotidiano es una pared de minutos donde se cuela el tiempo. todo relieve, o apariencia de relieve, o búsqueda de relieve, no es más que banalidad. Pero lo otro, la ausencia de todo deseo, incluso del más mínimo, es inalcanzable. Si no lo fuera sería relevante, y en ese sentido, banal. Ése es el círculo.

Derrota y flor de papel encarnado - relato vertical

Esa derrota
Que se sospechaba desde la mañana misma
En la que el sol trató de animar al contendiente
Con sus rayos
Escogidos

–no sin esfuerzo-

de entre los mejores.

La derrota del corazón
Cayó en la monotonía del compás
Sin atreverse siquiera a contar los golpes
Que le habían sido concedidos

Y aún así
El corazón del hombre derrotado
Incomprensiblemente y neciamente
Encontraba en las puerilidades
No ya sentido
Sino ocasión falaz de olvido

Era la voluntad de la cosa
Ser y devenir a la vez
Y era
Al parecer
Una distracción ante lo insoportable

Pero inventó la sonrisa
Y se olvidó de ser desdichado
En los momentos secretos de las estaciones

O en compañía de horas que bautizó dichosas

Porque no estaba solo
O lograba a veces parecer que no estaba solo
Por un momento siquiera

Parecer que no
Antes del final que preside toda esperanza

Pero eso sigue siendo razón para una pizca de misterio
Que entretiene la aburrida partida de certezas atroces
Mientras llegamos
Mientras llega
Mientras.

El no ser ojo del ojo

1
El ojo muere
Sin saberlo el ojo que muere

Atrapa un minuto
Con esfuerzo de vencido
Lo aplasta con furia
Y sigue sin ver nada en las tripas del minuto muerto

El ojo no tolera el minuto dulcemente muerto

La furia del ojo es la furia de la derrota
Que se sabe y se sabe y se sabe sin cesar eterna
Y no conoce remedio para su antigua soberbia humillada

2
El ojo mataría no ya al minuto
Ni al segundo mataría
El ojo mataría
Si pudiera, ay, si pudiera
Hasta al misterio que precede al barrunto
De ni la millonésima de segundo
El ojo
Rabioso
Vencido
Sin misericordia ni piedad
Mataría, si pudiera, al tiempo
Pero el ojo sabe al tiempo invencible

Mentida apariencia
Donde teje su quimera el mundo

3
El fracaso del ojo es el fracaso de todo
Y apenas cesa ese fracaso
En el aleteo fugaz del parpadeo
En la apariencia de un acaso sin contorno
En las luces mentidas del ojo cubierto de párpado
En ese momento
El ojo junta su derrota
Con la apacible aceptación de su derrota

Como la muerte que se acepta sin más alharaca

4
El ojo es
Entonces
- Pero sólo entonces -
Al fin Una mirada
Con el sosiego fugaz de
Por ejemplo
Los pozos abandonados.